HÁGASE TU VOLUNTAD Y NO LA MIA
Hágase tu voluntad y no la mía, esta para los obreros de
Dios debe ser su máxima.
En una obra siempre hay un jefe, alguien que dirige. En la
obra de Dios Jesús es el único jefe, Él es el Señor de la obra. “a Él oíd”
<Marcos 9:7 (BLP) En esto quedaron envueltos por una nube de la que salía
una voz: — Este es mi Hijo amado. Escúchenlo.>
Él es la máxima autoridad, Él es quien dirige y quien da las
ordenes, los siervos son instrumentos, son las herramientas de Cristo. Un
instrumento no puede decir a otro lo que debe hacer, tampoco puede una
herramienta moverse por sí misma para trabajar, porque Él es el que maneja su
“la obra” a su gusto.
Muchos suelen trabajar sin saber porque, para que o para
quien, muchos piensan que están trabajando para la Iglesia de Dios, muchos
estiman que es cuestión de ganas, de auto-motivación y de esfuerzo propio y
dedican su vida, su tiempo, su dinero para hacer cosas o tareas para la
congregación pensando que eso agrada a Dios
El verdadero obrero sabe muy bien para quien trabaja, sabe
muy bien cuál es su tarea encomendada por Dios y sabe muy bien cómo hacerla.
<Hechos 22:14 (TLA) Entonces él me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te
ha elegido para que conozcas sus planes. Él quiere que veas a Jesús, quien es
justo, y que oigas su voz.>