martes, 19 de julio de 2016

HÁGASE TU VOLUNTAD Y NO LA MIA

HÁGASE TU VOLUNTAD Y NO LA MIA
Hágase tu voluntad y no la mía, esta para los obreros de Dios debe ser su máxima.
En una obra siempre hay un jefe, alguien que dirige. En la obra de Dios Jesús es el único jefe, Él es el Señor de la obra. “a Él oíd” <Marcos 9:7 (BLP) En esto quedaron envueltos por una nube de la que salía una voz: — Este es mi Hijo amado. Escúchenlo.>
Él es la máxima autoridad, Él es quien dirige y quien da las ordenes, los siervos son instrumentos, son las herramientas de Cristo. Un instrumento no puede decir a otro lo que debe hacer, tampoco puede una herramienta moverse por sí misma para trabajar, porque Él es el que maneja su “la obra” a su gusto.
Muchos suelen trabajar sin saber porque, para que o para quien, muchos piensan que están trabajando para la Iglesia de Dios, muchos estiman que es cuestión de ganas, de auto-motivación y de esfuerzo propio y dedican su vida, su tiempo, su dinero para hacer cosas o tareas para la congregación pensando que eso agrada a Dios

El verdadero obrero sabe muy bien para quien trabaja, sabe muy bien cuál es su tarea encomendada por Dios y sabe muy bien cómo hacerla. <Hechos 22:14 (TLA) Entonces él me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha elegido para que conozcas sus planes. Él quiere que veas a Jesús, quien es justo, y que oigas su voz.>

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