Phillips Brooks cuenta de unos salvajes a quienes se les dio
un reloj de sol. Tan deseosos estaban de
rendirle el homenaje debido a este objeto novedoso, que edificaron una choza
especial para guardarlo en ella. El
resultado naturalmente fue que el reloj no prestaba ninguna utilidad.
Así suele pasar con la mayoría de nosotros los “Creyentes”,
compramos el Libro Divino donde sabemos esta todo el consejo de Dios, le
buscamos el mejor lugar de la casa, pero cara a la galería, para que todos lo
vean y todos sepan… resultado nos olvidamos de tenerlo en la mano y usarlo, lo
mismo que el reloj dejo de ser útil.
Deja que Dios entre en tu vida a través de su palabra y
recibe toda fuerza, la palabra en nuestro alimento no lo aparques.
Para el alma nuestro pan diario es la palabra. <Mateo 4:4
El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios.>
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