Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con
los demás… Sólo cuando aprendes a vivir en soledad, estás preparado para vivir con
los demás.
Necesitamos valorarnos para valorar, querernos para querer,
respetarnos para respetar, y aceptarnos para aceptar, ya que nadie puede dar lo
que no tiene dentro de sí.
Pretender que otras personas nos hagan felices y llenen
todas nuestras expectativas es una fantasía que sólo nos trae frustraciones.
Por eso, ámate mucho, madura, y el día que puedas decirle a las personas: Puedo
vivir sin vosotros y ser feliz, ese día estarás preparado para compartir tu
vida con ellas.
Jesus nuestro mayor ejemplo… compartió y dio todo a cambio
de nada, a ninguno Él nos necesitaba y sin embargo solo vino a dar y nos lo dio
todo incluida su vida, imitémosle y seremos felices. <Hechos 4:12 Y en
ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.>
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