Esta lectura va dedicada a todos pues no hay ni tan siquiera
uno que no la necesite y yo me pongo primero vuestro hermano y amigo en Cristo
(Eduardo)…
EL BUITRE… Si pones un buitre en una caja que mida 2 metros
x 2 metros y que está completamente abierto por la parte superior, esta ave, a
pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que
el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4
metros. Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar,
sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo.
EL MURCIÉLAGO… El murciélago ordinario que vuela por todos
lados durante la noche es una criatura sumamente hábil en el aire, pero no
puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo.
Si se lo coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que
puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda dolorosamente, hasta que
alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo
hacia el aire. Entonces, inmediatamente despega para volar
LA ABEJA… La abeja al
ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera, a
menos que sea sacada de allí.
Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de
ella, sin embargo, persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los
laterales cercanos al fondo… Seguirá buscando una salida donde no existe
ninguna, hasta que completamente se destruye a sí misma.
LAS PERSONAS… En
muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera. Lidiamos
con nuestros problemas y frustraciones, sin nunca darnos cuenta que todo lo que
tenemos que hacer es ver hacia arriba.
Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a
cualquier problema. ¡Sólo mira hacia arriba!!
¡Porque! La tristeza mira hacia atrás… La preocupación mira
alrededor… La depresión mira hacia abajo… ¡Pero la fe... siempre mira hacia
arriba!!
Recuerda la palabra dice:< Salmos 121 (TLA) 1 Dirijo la
mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? 2 Mi ayuda viene de Dios, creador
del cielo y de la tierra. 3 Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios
te cuida y nunca duerme. 4 ¡Dios cuida de Israel, y nunca duerme! 5 Dios te
cuida y te protege; Dios está siempre a tu lado. 6 Durante el día, el sol no te
quemará; durante la noche, no te dañará la luna. 7 Dios te protegerá y te
pondrá a salvo de todos los peligros. 8 Dios te cuidará ahora y siempre por
dondequiera que vayas.>
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