Cuando miras el reloj, ya es la hora de cenar… Cuando te das
cuenta ya llego el fin de semana… Cuando miras el almanaque, se terminó el mes…
y sin darte cuenta llega la nueva Navidad y un nuevo año está a pocos días…
Cuando somos niños miramos a nuestros abuelos y decimos:
cuanto me falta para llegar a su edad… pero cuando llegas y miras para atrás,
te preguntas: ¿Cómo puede ser que los años hayan pasado tan rápido...?
Sin darte cuenta los años pasan y casi siempre dejamos para
mañana las cosas que verdaderamente son importantes en la vida… como Pasar
tiempo y disfrutar de los hijos, la familia y los amigos…
Muchos gastan sus mejores años de sus vidas detrás de los
negocios, el dinero, sin pensar que un día la vida se termina, dejando lo
importante para Después. Si pudiéramos erradicar de nuestro lenguaje la palabra
Después, más tarde o más adelante, por: ahora, hoy…
Fíjate como nos comportamos: …Después te llamo… Más tarde lo
hago... Un día de estos, voy ocuparme de
mis hijos… Dejamos todo para Después, como si el Después fuese la solución.
Debemos entender que, El Después, cambia la prioridad… El
Después, te hace perder el encanto… El Después, te hace llegar tarde… El
Después, hace que los hijos crezcan y no puedas disfrutar… El Después, hace
pasar el tiempo y hace perder la oportunidad de vivir…. El Después, hace que la
vida se termine…
Y lo más importante no dejes para después la oportunidad que
tienes ahora para decirle a Jesús que sea parte de tu vida, tal vez Después sea
demasiado tarde… Pues El tiempo es como un río, nunca podrás bañarte en la
misma agua, porque la corriente se la lleva y jamás podrás recuperarla.
Recuerda que: Ayer y Mañana, no existen, *El día es hoy* Un
viejo refrán dice: No dejes para mañana. todo lo que puedas hacer hoy. <Job
7:7 Acuérdate que mi vida es un soplo, Y que mis ojos no volverán a ver el bien.>
<Proverbios 4:13 Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu
vida.>
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