Quiero seguir creyendo, aun cuando la gente pierda la
esperanza, y me hayan lastimado duramente...
Quiero seguir dando amor, aunque otros siembren odio, no
quieran recibir mi amor por ellos, me engañen y me mientan....
Quiero seguir construyendo, aun cuando otros destruyan…
Quiero seguir hablando de Paz, aún en medio de la guerra,
porque la fuerza más poderosa es el amor...
Quiero seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad, para
ayudar a otros a ver el camino...
Quiero seguir sembrando, aunque otros pisen y estropeen la
cosecha...
Quiero seguir gritando, aun cuando otros callen, gritaré
para defender los derechos de cada ser humano, porque todos, todos, somos
creación de DIOS...
Quiero transmitir alivio, cuando vea dolor tan sólo por
amor...
Quiero regalar motivos de alegría, donde sólo haya tristezas
para que todos puedan ser cada día un poquito más felices...
Quiero derramar Fe a los que se quedaron atrás y levantaré
los brazos de los que se han rendido…
Pero si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o que me
callo, quizás es porque la vida me ha abofeteado demasiado fuerte y he quedado
mal herido. Acércate y dame un abrazo o regálame una sonrisa, con eso y el
respaldo de mi Señor será suficiente.
Salmos 23: 1-6 (TLA) Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo
nada me falta. Me haces descansar en verdes pastos, y para calmar mi sed me
llevas a tranquilas aguas. Me das nuevas fuerzas y me guías por el mejor
camino, porque así eres tú. Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de
nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen
camino y me llenas de confianza. Aunque se enojen mis enemigos, tú me ofreces
un banquete y me llenas de felicidad; ¡me das un trato especial! Estoy
completamente seguro de que tu bondad y tu amor me acompañarán mientras yo
viva, y de que para siempre viviré donde tú vives.
No hay comentarios:
Publicar un comentario