martes, 29 de noviembre de 2011

UNA DECISION DE LA QUE UNO NO SE ARREPENTIRA JAMAS

No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.

Romanos 1:16.

Estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,mi Señor.
Filipenses 3:8.

El Evangelio compromete a quien lo acepta. No se trata de una adhesión superficial a una idea, sino de un trabajo interior del corazón y de la conciencia. Algunas personas no quieren saber nada del Evangelio porque precisamente perciben que es un poder que transforma la vida de quien lo recibe. Se dan cuenta de que no pueden aceptarlo a la ligera.

Aún hoy el Evangelio es presentado a todos, no como si se tratase de un producto para probar, sino como un poder que libera y hace que la vida tenga sentido. “Hasta alcanzar todas las riquezas de pleno conocimiento a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo” (Colosenses 2:2).

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