Normalmente se presume, sobre todo si eres creyente, que
Dios es el único que conoce nuestro destino, y que sabe de dónde venimos y
hacia dónde vamos.
Con esto podría parecer, que nosotros no debemos hacer nada,
que sólo tenemos que dejarnos guiar por los planes de Dios (nuestro destino),
es decir, limitarnos a sobrevivir y no a vivir.
Pero a veces nos olvidamos de que también Él nos da plena
libertad para pensar por nosotros mismos y elegir lo que deseamos hacer en la
vida… la palabra de Dios dice:< Deuteronomio 11:26 (NVI) "Hoy les doy a
elegir entre la bendición y la maldición:>
La inseguridad de no saber lo que nos depara el destino nos
hace, muchas veces, ser indecisos a la hora de optar por lo que queremos.
Incide en lo que deseas, aprovechándote del poder que tienen tus pensamientos….
Por eso nos aconseja la palabra de Dios…<Filipenses 4:8 (NVI) Por último,
hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que
sea excelente o merezca elogio.>
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