Nuestros razonamientos y pensamientos nos suelen
desequilibrar dependiendo de cómo nos lo expongan y nosotros mismos los solemos
variar conforme a nuestras vivencias.
Nuestro Señor en cambio es de una palabra, él no se equivoca
y todo lo hecho perfecto, somos nosotros los que dudamos, somos nosotros los
que no creemos y somos nosotros los que variamos su plan, aun así, su paciencia
y misericordia con todos nosotros es infinita y esta tampoco ha variado nada.
No es Dios quien se separa, somos nosotros mismos los que
elegimos hacerlo… El, cómo Señor respeta todas nuestras decisiones y no nos
fuerza a nada… Si nos da consejos y nos
dice cómo corregir lo torcido, pero él desea que nosotros hagamos el cambio.
A tal punto a llegado
el hombre que Dios sabiéndolo ha decidido hacernos un regalo especial este
regalo se llama Cristo el cual dio su vida por todos nosotros… Cristo es el
hijo de Dios Y Dios mismo con ello el culmina su plan perfecto, Quieres entrar
en ese plan simplemente acepta a Cristo lo siguiente vendrá si realmente tú lo
has aceptado.
Mi deseo hoy es que
puedas entender este mensaje tal como yo lo entendí hoy puedo decir soy salvo
por gracia de mi señor Cristo Jesús
<Juan 3:16-18 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más
tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al
mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el
nombre del unigénito Hijo de Dios.>
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