Quiero que sepas: ¡Qué bueno es no sentir ese desasosiego
permanente que produce correr tras los sueños!
La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil,
que cuando uno comienza a aprender, ya no hay tiempo.
Las realidades más grandes y más bellas las tendrás cuanto
menos las esperes, porque estas son un regalo de Dios, que te las envía en el
momento preciso.
Si quieres disfrutar del mar, contémplalo, abre tus manos en
sus aguas y todo el mar estará en ellas. Porque si las cierras para retenerlo,
se quedarán vacías.
Si quieres disfrutar del viento, extiende tus brazos, abre
tus manos y todo el viento será tuyo, porque si intentas retenerlo, te quedarás
sin nada.
Si quieres disfrutar del sol y de su luz maravillosa, abre
los ojos y contémplala, porque si los cierras para retener la luz que ya
alcanzaste, te quedarás a oscuras.
“Sólo así gozarás de
la vida, sabiendo que la tienes sin poseerla y dejándola pasar sin tratar de
retenerla y tan solo disfrutándola”
Ya sabes lo que dijo el sabio: <Eclesiastés 3:1 (TLA) En
esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo><Eclesiastés 3:12
(TLA) Mientras tengamos vida, hagamos lo bueno y pasémosla bien. El comer y el
beber, y el disfrutar del fruto de tanto trabajo, es algo que Dios nos permite.
Eso lo sé muy bien,>