“Y todo lo que hagas, hazlo de corazón, no como para los
hombres, sino como para Dios.” Col. 3:23
Tres hombres estaban colocando ladrillos. Un transeúnte les
preguntó qué estaban haciendo. El primero contestó: “¿No puede ver que me gano
la vida?” El Segundo dijo: “¿No puede ver que coloco ladrillos?” El tercero
indicó: “Estoy edificando una hermosa casa”. Aquí habían tres personas haciendo
exactamente lo mismo pero con una perspectiva distinta de lo que estaban
haciendo. Exhibían tres actitudes diferentes sobre su trabajo. ¿Y creen que sus
actitudes afectarían su rendimiento? La respuesta es claramente que sí.
(Piense)
Oración: Y todo lo que hagamos, hagámoslo de corazón, no
como para los hombres, sino como para Dios. Gracias Padre Celestial por el nuevo
día que me das y por las muestras de tu amor. Por Cristo Jesús, amén.
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