DISFRUTA DE TU
CAFÉ
Un grupo de ex estudiantes, muy
reconocidos en sus carreras y en el ámbito profesional, se reunió para visitar
a su viejo profesor de la Universidad.
La conversación se centró en las quejas
que estos hacían sobre el estrés en el trabajo y en la vida cotidiana.
Ofreciéndoles algo caliente de beber, el
profesor fue a la cocina y regresó con café y una gran variedad de tazas; de
porcelana, plástico, vidrio, cristal, comunes, caras, exquisitas... Les pidió
que tomaran una taza y se sirvieran café caliente.
Cuando todos los estudiantes tenían su taza en
mano, el profesor dijo: "Si se han fijado, todas las tazas bonitas y caras
han sido tomadas, pero han dejado las más comunes y las más baratas. Aunque es
normal que quieran sólo lo mejor para ustedes, ése es el origen de sus
problemas y del estrés que padecen.
Lo que en realidad querían era café, no
la taza, pero inconscientemente tomaron las mejores tazas y hasta las
estuvieron comparando con las tazas de los demás.
Fíjense bien, prosiguió, la Vida es el café,
pero sus trabajos, el dinero y la posición social son las tazas. Esas tazas
deberían tan solo ser herramientas para contener la Vida, lo que hay dentro, la
Vida, no será ni mejor, ni peor. La calidad de la Vida no cambia dependiendo de
la taza.
A
veces, al concentrarnos sólo en la taza, dejamos de disfrutar el café que hay
en ella. Por lo tanto, no dejes que la taza te deslumbre, es mejor que aprendas
a disfrutar del café.
“Si por un instante te consideras que
eres como una taza, llénala con lo más precioso, la VIDA de Jesús” <Filipenses
4:23 (TLA) ¡Que nuestro Señor Jesucristo llene de amor sus vidas!>