¿Qué debo hacer para ser salvo?…
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.
Hechos 16:30-31.
No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador.
Isaías 45:21.
Cinco hechos establecidos por la Biblia, la Palabra de Dios, que se entienden por la fe, marcan el camino de la vida. Medite y acepte estas declaraciones tan preciosas.
– La culpabilidad del hombre pecador: “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22- 23).
– La perfección del sacrificio de Cristo: “Dios… envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4:10). “Cristo… a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6). “Somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hebreos 10:10).
– El amor de Dios y la fe que confía en él: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).
– La certeza de tener la vida eterna: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13).
– En el futuro, la gloria con Cristo: “Estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:17).
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.
Hechos 16:30-31.
No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador.
Isaías 45:21.
Cinco hechos establecidos por la Biblia, la Palabra de Dios, que se entienden por la fe, marcan el camino de la vida. Medite y acepte estas declaraciones tan preciosas.
– La culpabilidad del hombre pecador: “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22- 23).
– La perfección del sacrificio de Cristo: “Dios… envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4:10). “Cristo… a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6). “Somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hebreos 10:10).
– El amor de Dios y la fe que confía en él: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).
– La certeza de tener la vida eterna: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13).
– En el futuro, la gloria con Cristo: “Estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:17).
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