jueves, 20 de octubre de 2011

OYES ALGUIEN LLAMA

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él,
y cenaré con él, y él conmigo.
Apocalipsis 3:20.
Ser cristiano es haber dicho libremente “sí”, el sí de la fe en Jesucristo. Es decir al Señor Jesús: –Entra, Señor. Entonces, permítame una pregunta: ¿Recibió usted al Señor Jesús? Quizá no se atreve a dar ese paso. Esté seguro de que Jesús quiere ayudarle a confiar en él. Sabe muy bien qué es lo que lo retiene: puede ser el temor a equivocarse o a ser rechazado, a perder sus amigos, su libertad, o cualquier otra razón. Pero nadie puede creer en su lugar, nadie puede acompañarle hasta el final de esa decisión por Jesús… salvo él, quien le ofrece su perdón. ¡Reconozca la grandeza de su amor por usted!
(Jesús le dijo:) Zaqueo, date prisa, desciende,
porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
Lucas 19:5-6.
Donde dice Zaqueo, pon tu nombre y habrele tu corazón a Jesus recíbelo gozoso el ya pago por ti.

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