Sal. 46:1-3 Dios es nuestro refugio y fortaleza nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo.
Mt. 24:6 Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis.
II Co. 5:1 Tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.
II P. 3:13,14 Nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia. Por tanto, amados, puesto que aguardáis estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por El en paz, sin mancha e irreprensibles.
Vive el día de hoy en gratitud y aprovéchalo pues no sabemos si este es el último, estad alerta, estad preparados, que su gracia sea sobre nosotros. Amen
I P. 4:7 Más el fin de todas las cosas se acerca.
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