Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
La palabra nos involucra diciendo: I Ti. 6:12 Pelea
la buena batalla de la fe.
Nos pide creer en
El, David a si lo creía y declaraba: 2 Samuel 22:33 Dios es el que me ciñe de fuerza, Y
quien despeja mi camino; 22:34 Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas;
22:35 Quien adiestra mis manos para la batalla, De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos.
22:35 Quien adiestra mis manos para la batalla, De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos.
Se enfrentaba a sus gigantes y les decía: I Samuel. 17:45 Tú vienes a mí con espada, lanza y
jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios
de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado.
Pablo
y otros muchos declaraban: II Corintios. 3:5 *Nuestra suficiencia es de
Dios*
Hay cientos de
testimonios en Hebreos.11:32-34 El tiempo me faltaría para contar de Gedeón,
Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas; quienes por la fe
conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron bocas de
leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada;
siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra,
pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.
La palabra edifica y aprendiendo a morir sea prende a vivir
mejor. Noble cosa es, aún para un anciano, el aprender, mientras hay tiempo
hay esperanza.
PELEA HOY LOQUE TE TOQUE. DIOS TE BENDIGA
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