Una palabra de amor: puede sanar el Alma
y el corazón herido… < Proverbios 16:23 (TLA) Quien piensa bien las cosas se
fija en lo que dice; quien se fija en lo que dice convence mejor. Las palabras
amables son como la miel: endulzan la vida y sanan el cuerpo.>
Debemos saber… ¿Cómo hablamos a los
demás? ¿Qué les transmiten nuestras palabras? ¿Qué me digo a mí mismo? y ¿Hacia
dónde me conducen mis palabras? Porque las palabras son capaces de bendecir o
maldecir, de edificar o derribar, de animar o abatir, de transmitir vida o
muerte, de perdonar o condenar, de empujar al éxito o al fracaso, de aceptar o
rechazar... siendo prudentes también adquirimos sabiduría.
<Proverbios 4:20-22 Hijo mío, está
atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus
ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y
medicina a todo su cuerpo.> La palabra de Dios trae: santidad, sanidad,
liberación, añade sabiduría y con todo ello él nos completa. ¡Su palabra es
poderosa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario