Al envejecer, y ser más sabios, lentamente nos damos cuenta
que: Un reloj de $300 dólares, marca la misma hora que un reloj de $30… Una
cartera de $300 carga el mismo dinero que una de $30… La soledad en una casa de
30 metros cuadrados o de 300 es la misma.
Espero que un día te des cuenta que tu felicidad interna no
viene de las cosas materiales en el mundo. No importa si viajas en primera
clase o en la económica, igual vas a bajar si el avión se cae… Y espero que te
des cuenta que, cuando tienes amigos y hermanos con quienes hablar, reír, y
cantar, eso es verdadera felicidad.
Si no la tienes y la quieres ven y únete a la familia más
grande en la cual reina El Padre único he igualmente para todos, El no rechaza
la nadie. Te vestirá de lino fino y te dejará sentar a la mesa junto a él… y te
Ama tanto que a su hijo mayor dio en sacrificio por ti.
Y hoy es el hijo quien te dice: <Juan 14:2 (BLP) «En la casa
de mi Padre hay lugar para todos; de no ser así,
ya os lo habría dicho; ahora voy a prepararos
ese lugar.»
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