Recuperémonos y dejemos el _ érase una vez _ … Que Fuimos
criados con principios morales comunes, cuando éramos niños, madres, padres, profesores,
abuelos, tíos y vecinos. Era inimaginable responder o tratar sin mostrar
respeto a los más ancianos, a maestros o autoridades… Era una falta de
educación.
Confiábamos en los adultos porque todos eran padres, madres
o familiares de todos los chicos vecinos del barrio. Solo teníamos miedo de la
oscuridad, de los sapos, ratones, o películas de terror.
Hoy tengo una tristeza infinita por todo lo que hemos perdido…
Hoy Pagar las deudas es ser tonto… Y se amnistía para los estafadores… Hoy los
honestos son ridículos… No aprovecharse de la situación es ser tonto…
¿Qué pasó con nosotros? Hoy hay Profesores maltratados en
las aulas, comerciantes amenazados por traficantes, los corruptos pavoneándose
de su poder, rejas en nuestras ventanas y puertas… Cada uno encerrado en su
mundo y los Hijos exigiendo regalos o dinero por pasar de curso.
¿Dónde están los valores? ¿Qué tenemos que dar para recibir
un abrazo? ¿Desde cuándo a lo correcto se lo considera ridículo?
Más vale hoy un auto caro que una amistad auténtica. Es más
importante un Teléfono móvil que una conversación entre amigos o familiares.
Más vale un traje de Armani que un diploma.
<Romanos 12:2 (BLP) No os amoldéis a los criterios de
este mundo; al contrario, dejaos transformar y renovad vuestro interior de tal
manera que sepáis apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es
grato, lo perfecto.>
¡Yo quiero recuperar el tesoro que hemos ido perdiendo poco
a poco durante todos estos años y volver a decir no erase una vez, si no hoy es
un mundo mejor, más justo, donde las personas se respetan y honestidad es
motivo de orgullo! ¡Quiero ser y no simplemente tener y hacer!
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