Ante la vida no hay una varita mágica que
te lo solucione todo. El mundo es cruel y no tiene piedad… Pero si tú quieres
puedes cambiarlo, ¡tú decides! Puedes seguir auto compadeciéndote y limitándote
tu solo… Dios sabe lo que tú necesitas,
acude a Él y escucha sus consejos y síguelos… entonces serás un vencedor,
porque este es el propósito que tiene Dios para tu vida… no seas cobarde, se
valiente y tira para adelante y veras la gloria de Dios en ti… Los hombres más felices
no son los que aparentemente lo tienen todo.
Disciplínate, La disciplina capacita y
mantiene al 100% nuestra capacidad y nos mejora… La disciplina es sufrida pero
no es un castigo, sino que al revés nos beneficia y capacita.
Su palabra dice: <1 Corintios 9:25-27 (TLA)
Los que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que
pueda perjudicarlos. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho!
Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para siempre. Yo
me esfuerzo por recibirlo. Así que no lucho sin un propósito. Al contrario,
vivo con mucha disciplina y trato de dominarme a mí mismo. Pues si anuncio a
otros la buena noticia, no quiero que al final Dios me descalifique a mí.>
La autodisciplina me guía porque yo mismo
tome la decisión de auto disciplinarme, nadie me la impuso, sino que yo mismo
la acepte, con ella solo veo mejora y nunca al revés.
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