<Efesios 2:8,9 (BLP) En efecto, habéis sido salvados
gratuitamente mediante la fe. Y eso no es algo que provenga de vosotros; es un
don de Dios. No es, pues, cuestión de obras humanas, para que nadie pueda
presumir.>
Cuando una persona trabaja ocho horas al día y recibe un
pago justo por su tiempo, eso se llama salario.
Cuando una persona compite con otra y recibe un trofeo por
su esfuerzo, eso es un premio.
Cuando una persona recibe un reconocimiento apropiado por
sus muchos años de servicio y sus altos logros, eso es reconocimiento.
Pero cuando una persona no es capaz de ganarse un salario,
ni de ganar un premio y ni merece reconocimiento., el Señor nos llama por
nombre y nos dice: ¡Eduardo ven a Mí, Yo te Amo! ahora vemos un cuadro del
favor no merecido de Dios.
<Efesios 2:5 (BLP) Por eso, aunque estábamos muertos en
razón de nuestras culpas, nos hizo revivir junto con Cristo —¡la salvación es
pura generosidad de Dios!>
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