El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ningún tipo de duda. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no pudiera responder.
Así que un día una de ellas capturó una linda mariposa azul con la que pensaba engañar al sabio. ¿Qué vas a hacer?” - le preguntó su hermana.
-Voy a esconder la mariposa entre mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta. Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. De esta manera, cualquiera que sea su respuesta, ¡será una respuesta equivocada!
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando. -“Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta?” Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:-“Depende de ti... Ella está en tus manos.” Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo
“Como ocurre con la mariposa azul, nosotros podemos elegir entre la Vida y la Muerte” Tú decides. . . (Deuteronomio 30:19 »El cielo y la tierra son testigos de que hoy les he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Yo les aconsejo, a ustedes y a sus descendientes, que elijan la vida,)
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