Nuestro Ego, siempre va a producir en nosotros, ausencia de
paz, desestabilidad y va a traer todo fruto amargo sobre nuestra persona.,
debemos querernos, ¡sí! pero para guardar nuestra santidad, siendo sinceros con
nosotros mismos al punto de llegar a ser humildes.
Humildad es ser ni más ni menos, es decir lo justo._
reconocimiento de lo bueno tanto como de lo malo.
1 Corintios 1:30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús,
el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y
redención; 1:31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el
Señor.
El juicio, también es un arma del Ego. Justificándonos en
los demás para callar o tapar nuestros errores., el humilde acepta su condición
y también la condición de los demás, haciendo del semejante el mismo valor que
haces de ti.
Por lo tanto ama a tu prójimo como te amas tú, no uses
deferente vara, si no la misma que para ti, esto hará que desees el bien para
todos y así también cumplir la ley de Dios. <Marcos 12:31 Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor
que éstos.>
Soporta el proceso para alcanzar el propósito., Seamos
auténticos y deja en manos del Señor el juicio. DIOS TE BENDIGA
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