Asunto mío es pensar en Dios y de Dios
pensar en mí… No somos más porque nos alaben, ni menos porque nos critiquen; lo
que somos delante de Dios, eso somos y nada más. ¿Por qué he de preocuparme? No
es asunto mío pensar en mí, asunto mío es pensar en EL.
Todos los tiempos son de Dios, muchas
veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las
esperanzas, su palabra nos lo recuerda: <Lucas 12:24 (TLA) »Miren a los
cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen graneros para guardar las semillas.
Sin embargo, Dios les da de comer. ¡Recuerden que ustedes son más importantes
que las aves! >
El mundo solo quiere lo mejor de usted,
pero Dios quiere todo de usted< confía en él, tiene un plan divino para ti. Créelo
y Recibe sus bendiciones. AMEN
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