Según escribo me empujo, provoco en mi un
acto para cambio, me comprometo a lo que mis palabras escritas dicen que debo
hacer y qué bueno y que bien me va este tiempo aprovechado en mi vida… Este es
el tiempo oportuno, no es el después, ni el mañana, ni luego, ni lo que fue
ayer, el tiempo oportuno es ahora.
Hay leyes naturales que son igual a las
espirituales y me refiero a los resultados una vez se aplican, hay refranes que
lo definen muy bien: “Quien mal anda mal acaba” “quien poco siembra poco
recoge” “quien por oscuridad anda tropezara y quien en luz camina no abra
tropiezo” y otros muchos más los cuales son populares.
Tenemos todo un libro escrito por la mano
divina a través de hombres pero dictado por Dios el cual nos ayuda a tomar
elecciones para nuestra vida, pues es su legado para nosotros, es nuestro Pan y
guía y tiene todas las respuestas a nuestra vida.
El bien o el mal están en nuestras manos,
en nuestra decisión, se nos otorgó el privilegio de escoger y solo de nosotros
mismos dependen las consecuencias de nuestra elección. Dice en <Josué 24:15
(NVI) Y Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos
a quiénes van a servir…>
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