<Proverbios 3:3-4 (TLA) Ama siempre a
Dios y sé sincero con tus amigos; así estarás bien con Dios y con tus
semejantes.>
Como flores hermosas con mucho color pero
sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas…
Con buenas palabras se puede negociar, pero para el éxito se requieren buenas
obras.
No hay nada que la oratoria no pueda
volverlo aceptable pero las dos son necesarias, saber hablar y trabajar, así
abra conquista.
Las palabras que no van seguidas de hechos,
no valen nada… La palabra verdadera no necesita justificación, se sostiene por
ella misma, la verdad es indestructible.
Yo a menudo me he tenido que comer mis
palabras dichas a la ligera y he descubierto que eran una dieta que me ha hecho
bien, por esto también doy gracias a Dios. <Mateo 7:6-8 (TLA) Ustedes los
podrán reconocer, pues no hacen nada bueno. Son como las espinas, que sólo te
hieren. El árbol bueno sólo produce frutos buenos y el árbol malo sólo produce
frutos malos.>
Pidámosle a Dios que nos de gracia para
hablar verdad y poder dar fruto.
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