No importa cuál sea el problema, siempre
es lo mismo, queremos la respuesta y la solución ya… Miqueas en medio de su
impotencia y desesperación dijo: “Yo voy a esperar en Dios”.
<Miqueas 7:7 (TLA) Yo, por mi parte, pondré
mi confianza en Dios. Él es mi salvador, y sé que habrá de escucharme.> así
como el, tenemos a todos los hombres de Dios, David, Gedeón, Moisés, Abraham,
Pablo, Pedro… etc… etc., y muchísimos más, todos fueron bendecidos. ¡Unámonos a
ellos!
Lo que Miqueas estaba viviendo era
desagradable, pero dejó su problema en las manos de Dios y esperó confiadamente
en su intervención.
Toda oración de corazón llega al Trono de
la Gracia, puedes estar tranquilo, Dios ya sabe tu problema y tiene la
solución… Tan solo espera en su trato, será Victorioso y Glorioso.
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