Los problemas se multiplican como por arte de magia, pero
gracias a Dios tengo paciencia y fortaleza para sobrellevarlos… A veces creo
que no podré seguir adelante con tanto conflicto; pero le doy gracias a Dios
porque cada mañana siento dentro de mi corazón que sí puedo.
Los años han ido pasando rápidamente, mi piel está un poco
arrugada, y mis cabellos se están poniendo blancos; pero le doy gracias a Dios
por la alegría que siento de vivir… Cada día le doy gracias a Dios por los
conflictos que pude resolver, por los problemas que pude superar, por la
enfermedad que pude soportar, por el odio que se transformó en amor, por la
soledad que pude sobrellevar.
¡Aprovechare! "La muerte está tan segura aquí en este
mundo, que nos da toda una vida de ventaja"… Ahora no tengo todo lo que
quiero; pero te doy gracias a Dios por lo que sí tengo… Y como dice su palabra
estaré agradecido a quien por mi pago mis deudas: <1 Corintios 15:55-57 (BPL)
¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿dónde tu venenoso aguijón? El aguijón de la
muerte es el pecado, y el pecado ha desplegado su fuerza con ocasión de la ley.
Pero nosotros hemos de dar gracias a Dios, que por medio de nuestro Señor
Jesucristo nos concede la victoria. >
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