Es en un instante en que uno dice el
"sí" o el "no" que cambiará toda su vida.
Un instante sirve para sonreír, sirve
para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume, percibir la
transparencia del agua, escuchar el canto de los pájaros, para oír el silencio,
o comenzar una canción.
Es en un instante para sentir la tristeza
de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la
ansiedad de la espera, la decepción oh la alegría de la victoria, porque en un
instante se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y
ser.
En un simple instante se puede salvar una
vida y tan sólo un instante para incentivar a alguien o desanimarlo; Basta un
instante de atención para hacer feliz a un hijo, un padre, un amigo, un alumno,
un profesor, un semejante.
Un instante... Cuántas veces los dejamos
pasar sin darnos cuenta... pero también cuántas veces traemos a nuestras vidas
los recuerdos de los instantes vividos llenos de felicidad, de alegría y también
de tristezas.
Decimos "un instante" y nos
parece nada, Un instante... parece increíble... parece tan poquito y sin
embargo puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida… El instante cuanta
responsabilidad lleva; tantos trenes de la vida se han pasado, tantas
oportunidades que no volverán, recuerda la palabra de Dios nos enseña que:
<Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del
cielo tiene su hora.>
Aprendamos que lo importante es no vivir
la vida porque sí, dejando pasar el tiempo… No lo pospongas pensando que "si no es
hoy será mañana". Tu tiempo es ahora... el futuro es incierto...Vive cada
instante intensamente, que el reloj de tu vida marque cada instante al compás
de los latidos de tu corazón.
Jesús nos lo recuerda: <Mateo 13:33
Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.> El tiempo no
es nuestro (Aprovechémoslo) Dios te Bendiga.
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