Cada día el Señor de una u otra manera
nos habla y recuerda, a través la Biblia, del Facebook, del Hermano, del Amigo,
de las situaciones y de cada segundo que respiramos…
El Señor nos dice si nadie te ama, mi
Gozo es amarte y Si lloras, estoy deseando consolarte… Si eres débil, te daré
mi fuerza y Si nadie te necesita, yo te busco… Si eres inútil, yo no puedo
prescindir de ti y Si estás vacío, mi espíritu te colmara… Si tienes miedo, te
llevo en mis brazos y Si quieres caminar, iré contigo… Si me llamas, vengo
siempre y Si estás cansado, soy tu descanso… Si pecas, soy tu perdón y Si me
hablas, trátame de tú… Si me pides, soy don para ti y Si estás a oscuras, soy
lámpara para tus pasos.
Y si te resistes, no quiero que hagas nada
a la fuerza y Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti… Si tienes
hambre, soy pan de vida para ti y Si eres infiel, yo soy fiel contigo… Si
quieres hablar, yo te escucho siempre y Si me miras, verás la verdad en tu
corazón… Si estás en prisión, te voy a visitar y liberar y Si quieres ver mi
rostro, mira una flor, una fuente, a un niño.
Y si no tienes a nadie, me tienes a mí y
Si no sabes que decir, mi palabra habitará en tu corazón.
2 Corintios 1:20 (TLA) Y todas las
promesas que Dios ha hecho se cumplen por medio de Jesucristo. Por eso, cuando
alabamos a Dios por medio de Jesucristo, decimos «Amén». 21 Tanto a mí como a ustedes, Dios nos
mantiene firmemente unidos a Cristo. Él nos eligió 22 y, para mostrar que somos
suyos, nos puso una marca: la marca de su Espíritu Santo.
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