<Marcos 9:23 Jesús le
dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.>
Un día, dos niños estaban
patinando en una laguna congelada. La tarde era fría y nublada, pero los niños
se divertían haciendo piruetas y jugaban sin preocupación, riéndose de sus
travesuras,
de pronto, el hielo se rompió y uno de los niños cayó al agua. El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas, hasta que logró romperlo, pudiendo así rescatar a su amigo.
de pronto, el hielo se rompió y uno de los niños cayó al agua. El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas, hasta que logró romperlo, pudiendo así rescatar a su amigo.
Cuando llegaron los
bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron cómo lo había hecho ya
que el hielo era muy grueso. Es imposible que lo haya podido romper con esa
piedra y esas manos tan pequeñas, comentaban entre ellos.
En ese instante
apareció un anciano y dijo:
¡Yo sé cómo pudo hacerlo!
¿Cómo?, preguntaron.
Pudo hacerlo, porque no había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo… “Y si puedes creerlo, puedes lograrlo”
¡Yo sé cómo pudo hacerlo!
¿Cómo?, preguntaron.
Pudo hacerlo, porque no había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo… “Y si puedes creerlo, puedes lograrlo”
<Hebreos 11:30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de
rodearlos siete días.>
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