martes, 15 de septiembre de 2015

NO ME AVERGÜENZO DE ANUNCIAR

NO ME AVERGÜENZO DE ANUNCIAR
<Romanos 1:16 (BLP) No me avergüenzo de anunciar esta buena noticia, que es fuerza salvadora de Dios para todo creyente, tanto si es judío como si no lo es.>
Ni ser prospero, ni ser sano, ni tener cubierta una necesidad es sinónimo de Salvación… Porque el fin del evangelio tiene que ver con arrepentimiento para alcanzar salvación.
Muchos se pueden acercar para prosperar y lo logran, otros para ser sanados y van a sus casas sin sus dolencias y otros llenan su estómago y cubren su necesidad momentánea, pero son también muchos los que pueden estar perdiendo el fin de las bendiciones recibidas,  que es La Salvación de sus Almas… que es en si el único propósito del Evangelio.

<Hecho 3:19 (TLA) Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas> Hagamos más hincapié en la mayor necesidad del ser humano, en ser Salvos de la tragedia que les aquejará si rechazan la gracia de Dios."

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