Durante un rápido deshielo de uno de los ríos de América un
hombre quedó en una de las piezas de hielo que todavía no se había separado de
la masa grande, sin embargo, en su terror, él no lo veía y se arrodilló y
empezó a orar a Dios en voz alta que lo librase, las personas que se hallaban
en orilla, a grandes voces le gritaron: «Hombre, cese de orar y traspase la
grieta, que se está abriendo. ¡Venga a la orilla!» pero él no escuchaba y
continúo paralizado por sus temores.
El Señor nos hizo libres con capacidad de elegir, pensar y
hasta trabajar., Así que no hay escusas hoy pongámonos en acción… ¡Ora, pero
también labora! a nosotros corresponde hacer lo que podamos, del resto se hace
cargo.
El Evangelio no dice: «Ora y serás salvo»; sino: «Cree en el
Señor Jesucristo y serás salvo» la Oración +la Acción = a Victoria segura.
Todo tiene su tiempo y momento hay tiempo de orar, pero
también de actuar y las dos son válidas y eficaces si las realizamos en Fe,
créelo lee (Eclesiastés 3) hay un tiempo para todo, Tiempo de orar y tiempo de
actuar.
<Santiago 2:26 (RVR 1960) Porque como el cuerpo sin
espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.>
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