En ocasiones estamos rodeados de situaciones dolorosas y
complicadas para nosotros. Es en esos momentos cuando no paramos de orar para
que Dios cambie esas circunstancias. Y
no está mal querer dejar de tener problemas, ¿Quién los quiere?
Quizás este versículo te resulte incómodo, pero conlleva una
gran verdad: Santiago 4:3 "Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para
gastar en vuestros deleites.” Dios nos permite estar en situaciones
complicadas con un propósito! Y nuestro
trabajo es descubrir la buena voluntad de Dios en medio de esa situación
difícil. Pregúntale qué quiere hacer en tu vida con esta situación, no le pidas
que simplemente elimine tus problemas, porque cuando aprendas lo que debes
aprender los problemas desaparecerán, o bien, ¡aprenderás a vivir en paz en
medio de ellos!
El salmista decía: Salmos 94:19 (NVI) "En medio de las
preocupaciones que se agolpan en mi mente, tú me das consuelo y alegría."
“Amig@, mira su
palabra nos dice: Hebreos 10:36 (NVI) necesitas perseverar para que, después de
haber cumplido la voluntad de Dios, recibas lo que él te ha prometido."
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