El hombre más lento, que no pierde de vista el fin, va
siempre más veloz que el que vaya sin perseguir un punto fijo. El motivo no
existe siempre para ser alcanzado, sino para servir de punto de mira, avanzando
hacia el sin desviarnos. Pablo nos decía: <Filipenses 3:14prosigo a la meta,
al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.> prosigamos sin
desviar hasta alcanzarla.
Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos
fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la
meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja,
recuerda: <Filipenses3:12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui
también asido por Cristo Jesús.>
No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué
puerto se dirige. - Si no sabes dónde vas, acabarás en otra parte.
Mil rutas se apartan del fin elegido, pero hay una que llega
a él. Jesús le dijo a Tomas: <Juan 14:6 Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí>
¡Cuidado, alerta! Mateo 7:13 Entrad por la puerta estrecha;
porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y
muchos son los que entran por ella;
BENDICIONES DIOS OS AMA YO POR SU GRACIA TAMBIEN
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