Hijo mío que estás en la Tierra, preocupado, confundido,
desorientado, solitario, triste y angustiado... Yo conozco tu nombre y lo
pronuncio bendiciéndote porque te amo, ven a mí. (Mateo 11:28 Venid a mí todos
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.)
No estás solo porque yo habito en ti, juntos construiremos
este Reino del cual serás mi heredero. Deseo que siempre hagas mi voluntad,
porque mi voluntad es que seas feliz.
(2 Crónicas 6:2 Yo, pues, he edificado una casa de morada para ti, y una
habitación en que mores para siempre.)
No te preocupes, quiero que sepas que siempre estaré
contigo, que nunca te abandonaré y que cada día tendrás el pan necesario, pero
aprende a compartirlo con tu prójimo. (Salmos 104:28 Les das, recogen; Abres tu
mano, se sacian de bien.)
Debes saber que siempre perdono todas tus ofensas, aun
sabiendo que repetirás algunas de ellas, por eso te pido que hagas lo mismo con
los que te ofenden. (Mateo 18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu
consiervo, como yo tuve misericordia de ti?)
Mi deseo es que nunca caigas en la tentación, así que
sujétate bien fuerte de mi mano y confía siempre en mí, para que Yo pueda
librarte del mal. (Deuteronomio 7:11 Guarda, por tanto, los mandamientos,
estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas. Bendiciones de la
obediencia)
“Nunca olvides que te amo desde el inicio de tus días y que
te amaré hasta el fin de los mismos, porque mi amor por ti, es incondicional”
(Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.)
Y muchas más……………………………………………………..Dios te Bendiga.
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