Cuando observo la injusticia, la corrupción, el que explota
al débil; cuando veo al prepotente pedante enriquecerse del ignorante y del
pobre, del obrero y del campesino, carentes de recursos para defender sus
derechos, me pregunto: ¿DONDE ESTARÁN LAS MANOS DE DIOS?
Cuando contemplo a esa anciana olvidada; cuando su mirada es
nostalgia y balbucea todavía algunas palabras de amor por el hijo que la
abandonó, me pregunto: ¿DONDE ESTARÁN LAS MANOS DE DIOS?
Cuando veo al moribundo en su agonía llena de dolor; cuando
observo a su pareja y a sus hijos deseando no verle sufrir; cuando el
sufrimiento es intolerable y su lecho se convierte en un grito de súplica de
paz, me pregunto: ¿DONDE ESTARÁN LAS MANOS DE DIOS?
Cuando miro a ese joven antes fuerte y decidido, ahora
embrutecido por la droga y el alcohol, cuando veo titubeante lo que antes era
una inteligencia brillante y ahora harapos sin rumbo ni destino, me pregunto: ¿DONDE
ESTARÁN LAS MANOS DE DIOS?
Cuando a esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la
veo arrastrar su existencia y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y
buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe el vestido y sale su cuerpo a
vender, me pregunto: ¿DONDE ESTARÁN LAS MANOS DE DIOS?
Después de tanto preguntarme, fui yo quien pregunto a Dios:
“¿Dónde están tus manos, Señor? para luchar por la justicia, para dar una
caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las drogas, dar
amor a los olvidados", después de un largo silencio escuché una suave voz
que me dijo, - Hijo, mis manos, mi mente y mi amor, están en ti, solo tienes
que decidirte a comenzar.
Entonces comprendí que las manos de Dios son las tuyas y las
mías", si escuchamos Su voz, Él nos va a guiar hacer su voluntad, llevar
consuelo a los que sufren, a los enfermos, a los necesitados, a los que sufren
de hambre y de frío, acudir a una a llamada no importando la hora.
Si puedes lograr ser las manos de Dios, las personas te
verán como un ángel enviado por el mismo Señor. “Dios te bendecirá, porque
habrás cumplido con su propósito”
Hoy al igual que ayer a todos aquellos que creemos en el
Señor, no abra limitaciones en nuestras manos porque nuestras manos son las
suyas. <Génesis 39:3 Y vio su amo que
Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en
su mano.>
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