Proverbios 23:4 No te afanes por hacerte rico; Sé prudente,
y desiste.
Desde siempre he visto que numerosas personas tienen como
único objetivo en la vida, ganar dinero. Personas de todas las edades, afanadas
por el trabajo y obsesionadas con el mismo fin. Dispuestas a dedicar muchas
horas, días y semanas del año para alcanzar sus deseos.
Personas que se están convirtiendo en máquinas de generar
ideas para hacer negocios y ganar más y más. Y, si la cosa funciona, todavía
dedican más tiempo y energías para seguir ganando dinero. Su objetivo es
generar un imperio. Su vida es como subir por una escalera que no tiene fin. La
gran multitud se quedan en el camino… Pero son los menos los que reflexionan
sobre las cosas importantes de la vida y se plantean otro tipo de objetivos.
Creo que alcanzar metas económicas es algo natural en cada
uno de nosotros. Todos queremos tener una casa con todo el confort, un auto
nuevo y todo lo que deseamos. Todo eso está muy bien. Lo malo está en dejar las
cosas más importantes para perseguir objetivos económicos y materiales de una
manera desmedida y ambiciosa, como si fuéramos a estar en este mundo para
siempre.
1 Timoteo 6:10 Porque raíz de todos los males es el amor al
dinero,…
Debemos mirar dónde está el techo de nuestros objetivos.
Debemos ser sabios administradores de nuestro tiempo y aprender a darnos el
espacio para disfrutar de todo lo que hemos logrado con esfuerzo. Si lo dejamos
para más tarde, pensando que todavía vamos a vivir por muchos años, nos
equivocaremos y no disfrutaremos delo verdaderamente importante, familia,
amigos y tu propia vida.
El día es hoy y el tiempo es ahora… porque «Hay gente tan
pobre, que solo tiene dinero» no seas uno de ellos.
Eclesiastés 2:16 Porque ni del sabio ni del necio habrá
memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y
también morirá el sabio como el necio.
Proverbios 27:1 No te jactes del día de mañana; Porque no
sabes qué dará de sí el día.
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