Cuenta la historia que un día, el diablo decidió retirarse
de su actividad y vender sus herramientas al mejor postor. Cuando llegó la
noche de la venta, tenía preparado todo su material, que por cierto, era un
lote siniestro: ODIO, CELOS, ENVIDIA, MALICIA, ENGAÑO... y todo lo malo que
puedas imaginar.
De entre todas las herramientas había una muy gastada, como
si hubiese sido usada muchísimas veces. Sin embargo, era más cara que el resto
de las herramientas. Alguien le preguntó al diablo, cual era esa herramienta
tan cara. "DESALIENTO" fue la respuesta.
¿Por qué su precio es tan alto?, siguió preguntando. Porque
esa herramienta, respondió el diablo, es la más útil de todas, con ella puedo
entrar en la conciencia de las personas y una vez dentro, por medio del
desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoje.
Está muy gastada, porque la uso con casi todos los seres de
este mundo, a pesar de la explicación y de ver la gran utilidad de esa
herramienta, nadie la pudo comprar, porque el precio del desaliento era muy
alto. Esa es la razón por la que aún sigue siendo propiedad del diablo.
El desaliento es uno de los estados de ánimo contra el cual
es indispensable fortalecerse. Nos desalentamos con las situaciones económicas,
laborales, familiares, con el fracaso, con el engaño, con la mentira, con el
desamor. . .
Debemos mantenernos alertas contra el desaliento. Si hay un
tropezón o una caída no hay que rendirse. Cada día podemos empezar otra vez
desde el punto más alto.
Recuerda Satanás no descansa: JOB 1:7 Y dijo Jehová a
Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la
tierra y de andar por ella.
No te desalientes y sigue el consejo: 1 PEDRO 5:8 Sed
sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar
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