Hay una cosa de la cual hoy no me arrepiento, y es que he
pasado situaciones en mi vida, que de no haberlas pasado seguramente todavía no
habría conocido a CRISTO.
Salmo 119:71 Bueno me es haber sido humillado, para que
aprenda tus estatutos.
(Estaba descarriado más Cristo me encontró). Me dejo
equivocarme, para que mis ojos vieran su intención (Hebreos 5:8 Aunque era
Hijo, a través del sufrimiento aprendió lo que es la obediencia.)
¿Seguiré batallando con quien me creo? ¡Si nada hay oculto
para El! Ahora he aprendido que mi mejor fin es en El. (Job 23:10 Mas él conoce
mi camino: si me prueba, saldré como el oro. 11
Mis pies han seguido sus pisadas;
permanecí en su camino, sin apartarme de él.)
Él tiene un plan perfecto para todo aquel que le reconoce y
se vuelve a El, ya mi mirada no está aquí, si no en El. (Romanos 7:17 Si es que padecemos juntamente con él, para
que juntamente con él seamos glorificados. 18
Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables
con la gloria que en nosotros ha de manifestarse.)
Sus huellas me llevan a su gloria, sus pasos me encaminan en
bendiciones, junto a El viviré para siempre. Aleluya Amén.
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