Hoy hablaba con un peluquero y este saco el tema del fin del
mundo el día 21, y me pregunto a ver que yo pensaba; sin dudar le conteste mira
yo pienso que algún día todo esto se acabara, pero no creo que sea mañana,
seguí diciéndole, mira Dios dice en su palabra que nadie sabe el día ni la
hora; quedo pensando un momento y luego con mucha suavidad me digo “ah ¿tú
crees en Dios? Le dije sí, creo y entonces el insistió en razonarme muchas
cosas en su contra, le escuche y cuando acabo le dije, yo tampoco entiendo todo
de Él, pero algo si sé que Él es Dios, santo y justo y que lo dicho y hecho
todo es en justicia y que al final en su juicio seguirá siendo justo.
También después de varias exposiciones por su parte, le dije
lo que el hombre tiene es lo que el elige y le explique que en nuestra mano
esta decidir con dios o en su contra, que las guerras, los vicios y toda
desviación no viene de él, sino de nosotros mismo que apartados del estamos en
desgracia.
Una vez más me digo y entonces un niño que no tiene culpa, ¿porque
se muere? y no te hablo de pobres si no de gente bien, los cuales tienen todo
tipo de medios para curar y prevenir enfermedades. He… ¿dime?
Yo volví a decirle, no se muchas cosas, lo que si se es que Él
tiene la potestad de dar y quitar, y otra cosa es cuando así ocurre por algo
ocurre y no para mal. Nada más te puedo decir porque yo no soy el y el hace
como quiere pues Él es el Señor. ¡Cuestión de fe, le dije y esta no te la puedo
razonar! Vuelvo a repetir yo sé en quien creo y este es mi descanso y mi paz. (II
Timoteo 1:12 Yo sé a quién he creído y estoy seguro de que es poderoso para
guardar mi depósito para aquel día.) (II Timoteo 4:18 Y el Señor me librarán de toda obra mala y me
preservará para su reino celestial.) Y le dije al peluquero tú me conoces y
sabes quién era antes, y yo hoy te digo de aquel nada queda, volví a nacer el
día que lo acepte. (Colosenses 3:3
Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.)
Antes de despedirme le dije ni el más poderoso podrá comprar
su destino ni su salvación, aunque esta, es para todos los que dejando las cosas
del mundo pongan primero a Dios en su vida
y crean en el Hijo del hombre, el cual Dios por su amor nos lo entrego
para perdón de nuestros pecados, solo nos pide arrepentirnos de corazón y
aceptarle a Él. (Santiago 2:5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a
los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que
ha prometido a los que lo aman?)
Estoy seguro de esto que ya nadie me podrá apartar de él, el
así me lo declara en su palabra. (Juan 10:29
Nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.)
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