En los momentos de ansiedad y total desesperanza, la Palabra
de Dios nos infunde ánimo y sopla vida a todo mí ser; su Palabra cada día es
muy importante para mí, me recuerda que Él es bueno y cuida de mí, Su Palabra
me dice que no estoy solo y que Él está en control.
Recuerdo sus promesas y se las reclamo, el salmista así se
decía: (Salmo 119:50 (RVC) "En mi aflicción, ellas son mi consuelo; pues
tu palabra me infunde nueva vida.")… y uno y otro día el salmista buscaba su socorro en el lugar
seguro, ¡La Palabra! y pedía, Señor: (Salmos 119.25 - (RVC)"Me siento
totalmente desanimado; ¡infúndeme vida, conforme a tu palabra!") (Salmos
119.28 (RVC) "La ansiedad me corroe el alma; ¡susténtame con tu
palabra!")
Por eso Pablo nos instruye para que siempre peleemos con la
palabra la cual es nuestra espada (Colosenses 3.16 (NVI) "habite en
ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza")... Hagamos como el salmista
en los momentos más duros de nuestra vida, hay una fortaleza sobrenatural que
podemos recibir de la Palabra de Dios en el (Salmo 61:2 (RVR60) "Cuando mi
corazón desmayare, llévame a la roca que es más alta que yo") ya sabes esa
roca inamovible que es Cristo Jesús, ¿Quién podrá separarnos? No hay tormentas,
ni problemas, circunstancias que puedan sacarnos de su refugio ¿Quién le
vencerá?
Por eso me alegro y gozo en tu palabra, porque en ella
encuentro todo lo que necesito (Salmos 119.162 (RVC)"Me alegro en tu
palabra como alguien que descubre un gran tesoro")… Amigo, permite que la
Palabra de Dios habite en abundancia dentro de ti, esto te llevará a la roca
que es Jesús, para conocerle más y estar confiado en tiempos de angustia. Dios
te Bendiga
(Juan 6:63…las palabras que yo os he hablado son espíritu y
son vida.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario