Abecés
soy imperfecto en mi manera de creer; porque creo lo que me interesa, y no sé
esperar confiadamente… Abecés soy imperfecto en mi madurez; porque me aferro sólo
a lo que tengo y conozco.
Señor,
ayúdame a superar mi imperfección y tú amigo, trátame como a un igual.
No
me catalogues, no soy un objeto; No me etiquetes, no soy mercadería.
No
me juzgues, no soy tu acusado; No me acuses, no eres mi fiscal.
No
me condenes, no eres mi juez; No me enmarques, no soy un espejo ni un cuadro.
No
me definas, soy un misterio; No me minimices, soy más complejo de lo que crees.
No
me divulgues, no soy un producto o una cosa; No me vulgarices, soy alguien muy
especial.
No
me apuntes, no soy un blanco de tiro; No me idolatres, no soy un ídolo.
No
me calumnies, tengo el derecho a la verdad; No me difames, tengo el derecho de
ser quien soy; No me encierres en esquemas, soy más libre de lo que te
imaginas.
No
creas demasiado en mí, soy falible; No dudes siempre de mí, soy más verdad que
error.
Recuerda
siempre que: Soy una persona como tú, Soy humano como tú, Soy limitado como tú
y soy hijo de Dios como lo espero seas tú.
“Señor,
yo no quiero esta discapacidad en mí, quiero ver con tus ojos” <Salmos
109:26(TLA) Dios mío, ¡ayúdame! Por tu gran amor, ¡sálvame!>
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