Veo muchos propósitos para este nuevo
año, ponlos todos en las manos de Dios, Imponerse muchas actividades, por
buenas que sean, a menudo revela una falta de paz. ¿Quién no se queja de tener
una vida demasiado ajetreada?
Incluso a los creyentes el afán de ayudar
al prójimo y hacer el bien si no descansamos en El, puede hacerse una tarea ansiosa e imposible… Nuestro
trabajo para el Señor es más fecundo y fácil cuando hemos aprendido a mantener
la paz del Señor en todas las situaciones…
Así entonces nos volvemos dóciles a la acción del Espíritu Santo, y Dios
puede actuar en nosotros más eficazmente que si estamos en tensión. :
<Isaías 30:15. En quietud y en confianza será vuestra fortaleza.>
También debemos recordar que Dios preparó
de antemano buenas obras para nosotros (Efesios 2:10). ¡Dejémonos llenar de la
paz del Señor para permitir que obre en nosotros! Así nuestra atenta
colaboración será eficaz, pues pondremos todas nuestras capacidades a
disposición de Aquel a quien amamos, sin pretender resolver todo por nosotros
mismos. <Colosenses 3:15.La paz de Dios gobierne en vuestros corazones… y
sed agradecidos.>
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