Ahora que estamos aquí… Prefiero que
compartas conmigo unos pocos minutos ahora y no una noche entera cuando yo
muera y no este.
Prefiero que estreches suavemente mi mano
ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.
Prefiero que hagas una sola llamada ahora
que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
Prefiero que me regales una sola flor
ahora que estoy vivo y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.
Prefiero que elevemos una corta oración
ahora que estoy vivo y no una misa cantada e interminable cuando yo muera.
Prefiero que me digas unas palabras de
aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.
Prefiero escuchar un solo acorde de
guitarra ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.
Prefiero que me dediques una leve
plegaria ahora que estoy vivo y no un poético epitafio sobre mi tumba cuando yo
muera.
Prefiero que poses tu mano sobre mi
hombro ahora que estoy vivo y no que solo esperes cargar mi ataúd sobre tu
hombro cuando yo muera...
Prefiero apreciar contigo una flor que
está naciendo ahora que estoy vivo y no grandes coronas de flores que adornarán
la tristeza cuando yo muera...
Prefiero disfrutar de los más mínimos
detalles ahora que estoy vivo y no de grandes manifestaciones cuando yo
muera...
¿Cuánto tiempo les has dedicado a los
demás? Este es el momento de poder disfrutar un cafecito, un atardecer, una
caminata o una simple llamada para demostrarles a todos cuántos los amas. Estas
a tiempo, no pierdas este instante y demuéstrales lo mucho que los amas. Hazlo
¡YA! < ECLESIASTES 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiene su hora.>
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