No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Génesis 22:12.
La fe de Abraham se manifestó por medio de su obediencia (Santiago 2:21). Nosotros también, si hemos declarado que creemos en el Señor Jesús, tarde o temprano tendremos que mostrar nuestra fe. A menudo las pruebas por las que pasamos tienen como único objetivo manifestar la realidad de nuestra fe.
Sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro… sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro 1:7.
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