jueves, 8 de diciembre de 2011

REFLEXION


Ora como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti. Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.
Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas. Cuando oramos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros.
Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error. Nadie niega a Dios, sino aquel a quien le conviene que Dios no exista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario