CONVIVIMOS CON LO QUE
ELEGIMOS
Durante nuestra vida
convivimos, muchas veces con sensaciones, sin quererlas o desearlas, pero
también con otras que no valoramos en la medida que se merecen. Solo uno mismo
decide que escoger, Pablo lo explicaba así: <ROMANOS 6: 19 Hablo en términos
humanos, por las limitaciones de su naturaleza humana. Antes ofrecían ustedes
los miembros de su cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la
maldad; ofrézcanlos ahora para servir a la justicia que lleva a la santidad.
>
Por desgracia convivimos
con: la angustia, el dolor, la duda, la soledad, la ansiedad, la mentira, el
temor, el rechazo, el desprecio, la venganza (la propia y la ajena), con el
silencio, con el mal, con el rencor, con la rutina, con los desencantos, con
los prejuicios, con la falta de humildad, con la ausencia de valores y
principios, con la crítica nuestra y la de ellos, con la ingratitud, con la
incomprensión, con la inseguridad, con la falta de ilusión, con el conformismo,
con el odio, con el olvido, con la pérdida, con la falta de libertad, con el
pasado sin resolver, con la indiferencia, con los malos pensamientos, sin el
perdón, con la falta de Fe…
Pero también convivimos, con el humor, con la
alegría, con la risa de uno y la de los demás, con los colores que nos traen
paz y armonía, con el sol que nos da energía, con la lluvia que no nos molesta,
con las caminatas por la tarde, con las sorpresas agradables, con las primeras
brisas de primavera y con cada una de las estaciones del año que nos enseñan
entre otras cosas, no todo es frío o calor, con la posibilidad de conocer la
felicidad, de dar amor y de ser correspondido, con la búsqueda de la verdad,
con la imaginación, con el bien, con un futuro mejor construido por uno, con el
cariño, con el amor, con los afectos, con los abrazos, con las caricias, con la
amistad, con Esperanza y con Fe, sabiendo que el más grande de todos nos Ama y
cuida de nosotros.
Uno, siempre uno, será el
que finalmente decida con qué quiere convivir... Consejo de la palabra a través
de pablo el cual degustaba el gozo de vivirlo nos dice: <FILIPENSES 4:8 Por
lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9 Lo que aprendisteis y
recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con
vosotros.>