//Un hombre que una noche
caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce, y se da cuenta de que es José, el ciego del pueblo. Entonces, le pregunta ¿Qué haces José, tú ciego, con una lámpara en la mano? ¡¡Si tú no ves...!!
Entonces, José el ciego le responde: Yo no llevo la lámpara para ver mi camino, Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria, Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí...
y continuo diciendo no solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también yo la uso para que otros puedan también servirse de ella. //
- Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás... A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento... el Señor nos llama a ser luz, arrepintámonos y comencemos sin reservas a servir a los demás, Jesús es nuestra luz y él quiere que nosotros seamos luz para los demás. ¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás!
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce, y se da cuenta de que es José, el ciego del pueblo. Entonces, le pregunta ¿Qué haces José, tú ciego, con una lámpara en la mano? ¡¡Si tú no ves...!!
Entonces, José el ciego le responde: Yo no llevo la lámpara para ver mi camino, Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria, Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí...
y continuo diciendo no solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también yo la uso para que otros puedan también servirse de ella. //
- Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás... A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento... el Señor nos llama a ser luz, arrepintámonos y comencemos sin reservas a servir a los demás, Jesús es nuestra luz y él quiere que nosotros seamos luz para los demás. ¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás!
JUAN 8:12 Jesús
volvió a hablarle a la gente: Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven
en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que
les da vida.
MATEO 5:14 »Ustedes son como una luz que
ilumina a todos. Son como una ciudad construida en la parte más alta de un
cerro y que todos pueden ver.
Me encanta tu comentario. Siento paz leyéndolo. Bendiciones.
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